PELIGRO: VIRUS EN EL AYUNTAMIENTO

Cuentan que últimamente corre una especie de virus político por el Ayuntamiento de Alhama que está provocando trastornos y subidas de tensión en los miembros de la Corporación. Al apagón de Basauri le sucedió el infarto del Sr. López y ahora la hipertensión del alcalde. Pero no han sido los únicos. El otro día me contaba una concejala del equipo de gobierno que había tenido que acudir varias veces al médico por sus continuas subidas de tensión. Hasta yo mismo que siempre la he tenido baja empiezo a notármela más alta de la cuenta. Y es que el virus empieza a propagarse y pocos nos libraremos de él.

Hablando en serio, sí me atrevería a decir que el político local que más se ha caracterizado por introducir crispación y crear tensión en los Plenos ha sido el actual concejal de Urbanismo y Cultura, Sr. Romero. Cuando era alcalde en vez de contribuir a apagar los conatos de incendio que algunas veces se producían desde algún grupo de la Oposición, se hizo experto en echar más gasolina. Y ahora que es concejal raso sigue con la misma técnica, perfeccionada a base de miradas fulminantes y provocativas hacia el concejal de la UDeRM, Ángel Cánovas. Y es que parece que le está costando mucho asumir su nueva situación. Apenas habla en las reuniones que mantenemos y cuando lo hace, casi siempre muestra cierto aire de agresividad y enfado. Lleva muy mal eso de que el actual alcalde sí nos dé participación y cuando recibe de la Oposición alguna propuesta o moción que afecta a su área se siente atacado y reacciona mal. Esto es lo que ocurrió en el último Pleno en el que se vio forzado a votar favorablemente unas mociones que él jamás, siendo alcalde, hubiera llevado a Pleno. Si hay algo en los asuntos municipales en el que es deseable y conveniente llegar al máximo grado de consenso político está, sin duda, en todo lo que se refiere a las decisiones urbanísticas. Mis dos mociones iban en ese sentido y pretendían obligar al equipo de gobierno, y en concreto a la concejalía de Urbanismo, a intentar consensuar el plan, que ella dijo ya tener, en relación a las glorietas, espacios públicos y zona centro de Alhama. Ya se le escapó al sr. concejal que tiene decidido lo que se va a hacer en la rotonda de la Avda. Antonio Fuertes con Avda. España. Y a alguien que no acostumbra a practicar el juego democrático le fastidia un montón tener que pedir opinión a otros sobre asuntos que él piensa que son de su exclusiva competencia. ¿Entienden por qué a veces se enfada tanto?

En política también hay que saber cuando ha llegado el momento de retirarse y creo que el sr. Romero perdió una buena oportunidad cuando dejó la alcaldía, pues en su nueva situación debe estar pasándolo muy mal.