Cada vez estoy más convencida de la necesidad de que vuelva a la escena política un partido de centro. Sería recuperar el juego político de la transición española en la que de forma ejemplar se pasó de un régimen dictatorial a una democracia con los ajustes y el consenso necesario.
En esta transición jugó un papel fundamental la figura de Adolfo Suárez que en coordinación con el Rey inició conversaciones con todas las fuerzas políticas de nuestro país, algunas en el exilio, como consecuencia del régimen franquista.
Aunque hay varias teorías, desde mi modo de ver, la presión sobre las negociaciones que se llevaron a cabo, junto con el ejército y alguna traición cercana al presidente, motivó un desgaste personal altísimo en el que Adolfo Suárez tuvo que dimitir, cuando tenía de su parte al electorado, quedando como sucesor Leopoldo Calvo Sotelo.
Adolfo Suárez pagó un alto precio político por el bien de España y todos nos hemos beneficiado de él con una democracia consolidada y una España que en nada se parece a la que fue. De todo esto ya hace más de 25 años. José María Aznar ganó las elecciones en 1996 con una política que él llamaba de centro, pero no hizo falta nada más que empezar su segundo mandato con mayoría absoluta para darnos cuenta de que su tendencia política nada tenía de centro pues cada vez se fue inclinando más a la derecha.
Tras los atentandos del 11-M y con la vuelta al poder del PSOE, en España estamos viendo con absoluta incredulidad cómo gobierno y oposición están en un continuo enfrentamiento e instalados en un grado de crispación como no se conocía en los 25 años de democracia, favoreciendo con esto a los partidos nacionalistas que saben sacar tajada.
Esto mismo se podría aplicar a todo el ámbito político, en las Comunidades Autónomas y en los municipios. Los políticos de un grupo o de otro se pasan la vida en reyertas interminables atendiendo a intereses partidistas en lugar de aunar esfuerzos por el interés general.
Ahora tengo la esperanza de que puede volver el centro con nuestro nuevo partido, el CDL. Por supuesto que en nuestro pueblo ya ha vuelto y el CDL hará de nexo para unir a las fuerzas políticas representadas en el Ayuntamiento, buscando el mayor grado de consenso mediante el diálogo y la negociación y apoyando las ideas de todos, siempre que busquen un interés general, esforzándonos por conseguir lo mejor para Alhama y sus ciudadanos.
Ana Fernández Bastida. Secretaria General CDL de Alhama.
Leyendote, uno va haciendo con la cabeza un movimiento de afirmativo, como queriendo decir que todo eso es asi, y que la verdadera alternativa radica en en vuestro centro politico.
ResponderEliminarEsas palabras llenan de entusiasmo a cualquier democrata.
Despertando de esa tierra de la comodidad,llamada "conformismo", a cualquiera le entran ganas de luchar a vuestro lado.
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